La psicopatología infanto-juvenil, pensada y abordada desde el paradigma de la complejidad, posee una especificidad que la caracteriza, diferenciándose así de la psicopatología de los adultos. Niños, niñas y adolescentes, al ser sujetos con un psiquismo en constitución y abierto al acontecimiento, atravesarán de manera singular las experiencias subjetivas, según sean sus propias historias dentro del mito familiar, bolizar aquello que proviene del medio del cual - o cuales - forman parte, los significantes que se encarnan en sus cuerpos, etc.