La solubilidad es el fenómeno de disolución de un sólido en fase líquida para dar lugar a un sistema homogéneo. La solubilidad es uno de los parámetros importantes para lograr la concentración deseada del fármaco en la circulación sistémica para que se manifieste la respuesta farmacológica. En general, se reconoce que la solubilidad deficiente es una de las dificultades más frecuentes en el campo de la farmacia. La baja solubilidad y la consiguiente velocidad de disolución insatisfactoria suelen comprometer la biodisponibilidad oral de los fármacos. Este artículo muestra las diversas técnicas que se utilizan para mejorar la solubilidad acuosa, lo que puede ser una valiosa ayuda para aumentar la eficacia y reducir los efectos secundarios de los fármacos. Por lo tanto, se utilizan diversas técnicas para mejorar la solubilidad de los fármacos poco solubles en agua, como la hidrotropía, el ajuste del pH, la cosolvencia, la solubilización miscelánea, las técnicas de fluidos supercríticos, la dispersión sólida, la complejación, la microemulsión, el uso de surfectantes y la nanonización.