En la obra del escritor mexicano José Joaquín Fernández Lizardi se encuentran ideas utópicas en relación con la política, la literatura, la educación, la moral, la religión y lo social. El ideario utópico presenta un carácter socio-histórico, ya que está en relación con una tensión utópica que el autor descubrió en la coyuntura del cambio social, en el período del México independiente. La sociedad utópica de Fernández de Lizardi es aquella en la que priva la justicia, la tolerancia, la igualdad, la libertad, la soberanía, el respeto a la Constitución, en la que no había privilegios ni despotismos. La utopía no se redujo a una teoría sino que incluye un compromiso en la lucha por edificar una nueva sociedad sin tiranía. El autor consideró que para acabar con el vicio, la injusticia, la ignorancia, la superstición y el fanatismo no era necesario un cambio de naturaleza humana, pues bastaba que el hombre se decidiera a colaborar por amor a la patria para construir, consciente y libremente, una sociedad mejor. En la utopía política de Fernández de Lizardi influyeron las obras de Platón, Tomás Moro, Rousseau y Montesquieu.