"Ju es una niña que no debiese existir, su madre la libró del aborto y decidió protegerla. Ju crece observando un mundo no muy equitativo para la mujer; observa rostros apagados, ojos sin luz, pómulos moreteados, reconoce el miedo, la abnegación, la injusticia. Crece dándose cuenta que los muchachos no saben hablar otra cosa de la mujer, que no sea sus partes corporales, crece con vergüenza, con temor, con incertidumbre al futuro, pues este mundo no le entregaba más que una vulgar manera de vivir. Ju quiere saber por qué, no sólo en su mundo, sino en todo el mundo, la mujer es signo de debilidad y desprecio. Ju está decidida, no se detendrá, tampoco se dejará llevar por ideas inventadas como artimañas para embaucar el pensamiento. Ju quiere encontrar esa puerta hacia la luz, quiere demostrar que la mujer es lo que nunca han dicho, lo que nunca se ha querido reconocer, lo que ha permanecido escondido en las profundidades de la humanidad. Hasta finalmente poder presenciar el más bello de los amaneceres que su vida pudo tener... porque la luz de la mujer, proviene de esa altura infinita... cuando Dios dijo "Sea la luz", en realidad lo que quiso decir fue: "Sea la mujer"
