Fuente: Wikipedia. Páginas: 42. Capítulos: Mi lucha, Atentado del 20 de julio de 1944, 1.ª División SS Leibstandarte SS Adolf Hitler, Adolf Hitler en la cultura popular, Vegetarianismo de Adolf Hitler, Muerte de Adolf Hitler, William Patrick Hitler, Eva Braun, Orden de los comandos, Paula Hitler, Theodor Morell, Geli Raubal, Führermuseum, Blondi, Kehlsteinhaus, Saludo fascista, Führerbunker, Cuarteles Generales del Führer, Dietrich Eckart, Traudl Junge, Atentados contra Hitler, The Bunker, Tag der Freiheit: Unsere Wehrmacht, Berghof, Wolfsschanze, Klara Hitler, Julius Schaub, Adolf Hühnlein, Zweites Buch, Reductio ad Hitlerum, Gespräch mit dem Biest, Operación Foxley. Extracto: El atentado del 20 de julio de 1944 fue un intento fallido de asesinar a Adolf Hitler, llevado a cabo por un grupo de oficiales de la Wehrmacht organizados por el coronel conde Claus von Stauffenberg como parte de un golpe de estado basado en la denominada Operación Valquiria, un plan operativo de las reservas del ejército a ser puesto en práctica en caso de disturbios civiles o de una sublevación de los millones de esclavos que trabajaban en fábricas alemanas. Stauffenberg colocó una bomba en una sala de mapas dentro de la Guarida del Lobo, cuartel general de Hitler, donde se encontraba el Führer reunido con sus generales. A pesar de haber estallado la bomba, Hitler sufrió heridas leves. El proyecto de derrocar a Adolf Hitler empezó a gestarse de manera difusa y solapada en 1938, por parte de algunos altos oficiales de la Wehrmacht deseosos de evitar una gran guerra a escala europea. Entre estos conspiradores estaban el general Ludwig Beck, antiguo jefe de Estado Mayor, y el mariscal de campo Erwin von Witzleben; sin embargo la indecisión de los generales del ejército Franz Halder y Walther von Brauchitsch impidió ejecutar tales planes, mientras la política de apaciguamiento seguida por Gran Bretaña y Francia en esos años les desanimaba de realizar un acto concreto contra el régimen nazi. Tras los resonantes triunfos de la Wehrmacht en las invasiones de Polonia, Noruega, Francia, Bélgica y Holanda, la popularidad de Adolf Hitler aumentó muchísimo entre las masas alemanas y los oficiales de la Wehrmacht no fueron ajenos a tal fenómeno, por lo cual a fines de 1940 se hizo muy difícil reclutar conspiradores decididos a derrocar al régimen triunfante hasta entonces. Los planes se estancaron y los oponentes se dispersaron, a pesar de lo cual los planes no se desecharon a la espera de una nueva oportunidad política. En 1941, tras la partida de la Operación Barbarroja, se forma otro grupo de resistencia dirigido por el coronel Henning von Tresckow, quien trabajaba como pa